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15 Al oír tu voz, tiemblan las montañas,
las aguas se desbordan
y las rocas se derriten.
Pero con los que te adoran
eres un Dios bondadoso.

16 »Para ti, mi Dios,
las ofrendas y los sacrificios
no tienen ningún valor.
Pero al que te respeta
lo haces famoso para siempre.

17 »Cuando llegue el día
en que el Dios todopoderoso
juzgue a las naciones,
les va a ir muy mal
a los enemigos de mi pueblo.
¡Dios los hará sufrir
con fuego y con gusanos!
Será tan fuerte su dolor
que nunca dejarán de llorar.»

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